miércoles, 14 de diciembre de 2011

Debuts (Pintia 2001 y Young the Giant)

Recientemente tuvimos la oportunidad de probar el Pintia 2001. La bodega que produce este vino en la región española de Toro pertenece al mítico grupo Vega Sicilia. Esta cosecha significó el lanzamiento de un tinto que de inmediato obtuvo un magnífico reconocimiento internacional: en cuanto salió al mercado en 2004, recogió 95 puntos de Robert Parker, 92 de Stephen Tanzer y 91 de Wine Spectator.
            Pintia 2001 tiene una nariz muy compleja: mineral, fruta madura ―que no sobremadura, como tantos tintos hoy―, casis, regaliz y ahumados. En boca es increíblemente equilibrado, potente, sedoso y elegante, con un final aristocrático. Fuera de una buena cantidad de sedimento, que quedó apartado con la cuidadosa decantación, no encontramos visos de decadencia, por lo que pensamos que una botella con buenas condiciones de guarda podría sostenerse al menos un par de años más.
            Es sorprendente que una viña y una bodega hayan logrado algo tan redondo y estilizado, tan definidor y característico de un terruño, tan refinado y corpulento con su primer vino. Degustar esta flagrante expresión de la vid nos hizo pensar en otro impresionante debut, en este caso en el ámbito de la música.
            Hace una semanas el control de la tele se quedó pasmado ante lo que sucedía en los premios de música del canal MTV: Lady Gaga, el artista más popular del momento ―acumula más seguidores en Tuiter que nadie― presentaba a los homenajeados por medio de un brillante alter ego: Joe Calderone; Britney Spears era objeto de un insospechado tributo a su carrera y se estrenaba en el mainstream una banda de rock alternativo ―o indie― recientemente rebautizada como Young the Giant.
            Se conoce bien la impresión que causaron Mick Jagger y Jim Morrison cuando aparecieron en el programa televisivo de Ed Sullivan: aquellas transmisiones se convirtieron en hitos de la cultura contemporánea. Sameer Gadhia, el vocalista del grupo que parece haber emergido de un futuro alcanzado, se desenvolvió en el escenario global con una confianza tan rotunda como una bestia en su hábitat.
            Su canción, It´s my body, nos secuestró y no dejó de habitarnos por días. Es imposible saber si esta banda del sur de Los Ángeles será capaz de mantenerse a la altura de su deslumbrante debut, pero la hipnosis de su energía, de su personalidad irresistible y de su pegosteoso sonido nos generó el extraño retrogusto de haber catado un vino indómito.